Resumen
A partir de la modernidad el hombre busca la seguridad en la vida, y la forma filosófica de ello es la posesión de la verdad a través de la razón. Y esta búsqueda de seguridad a través de la razón se acompaña de una voluntad de dominio y poder sobre las cosas, con la razón las desciframos para luego dominarlas. Pero antes de que lo podamos hacer, las cosas se nos dan, nos deben ser dadas. Es el “estar-en-el-mundo” de Heidegger. Hay algo antes de la razón misma, hay el existir mismo. Y una inteligencia que es momento de dicho existir. Inteligencia que es al mismo tiempo inteligir y hacer. En el hacer se la juega la existencia, Y esto es una praxis. La praxis se da en un ethos, a través de lo cual toda acción es finalmente ética. Y, al abrirse esta dimensión, nos encontramos con la realidad de Dios como articulador final y como culmen del proceso que partió de la búsqueda de seguridad y finalizó en el descubrimiento de Dios como lo único seguro, como la única certeza.