Resumen
El presente artículo examina la relación de las mujeres romanas de una comunidad cerrada del sur de Rumania con su espacio y con la materialidad. De manera particular, analiza la práctica doméstica de pintar las paredes interiores de las casas y los significados detrás de esta, especialmente para las mujeres, a saber: la actividad de pintar paredes como una manera de reafirmar la feminidad al realizarlo de forma exitosa, como una práctica de control del espacio y como una práctica ritual con efectos de purificación del espacio y una intención de control de percepciones. Adicionalmente, tomando la actividad de pintar las paredes como mi punto de partida, busqué usar dos dimensiones transversales del trabajo de campo que llevé a cabo. La primera se refiere a la manera en la que el espacio, por medio de las prácticas domésticas a las que se dedican las mujeres, expresa las dinámicas sociales en la comunidad y las aspiraciones sociales de sus miembros. La segunda dimensión que tomé en cuenta tiene que ver con el proyecto desarrollado por una organización no gubernamental que buscaba construir y renovar casas para algunas de las familias locales. En particular, observé los efectos generados por estas actividades de intervención a nivel de prácticas de pequeña escala (como limpiar la casa).