Resumen
La autora formula algunas reflexiones sobre la formación en Trabajo Social partiendo de identificar las condiciones internas y externas que inciden en su necesario replanteamiento. Para abordar este propósito toma como referentes el desarrollo humano, las concepciones contemporáneas sobre la profesión; su fundamentación ética, los procesos de construcción de conocimiento y los cambios en el ejercicio profesional. El artículo precisa las tendencias en los nuevos perfiles profesionales y elabora unos lineamientos pedagógicos para la formación en Trabajo Social. Las conclusiones se centran en destacar algunos retos que desde las unidades de formación deben responderse en cuanto a la identidad profesional y el mejoramiento continuo de la calidad de los programas entre los que se destacan al afianzamiento de los campos temáticos disciplinares y éticos, la innovación en las metodologías de enseñanza, aprendizaje, el afianzamiento en la investigación y en la creación de grupos, así como el incremento en la titulación de los docentes y el necesario diseño de programas compatibles para propiciar la movilidad.