Resumen
Se presenta una breve revisión de la importancia y origen de la diseminación de la resistencia a los antibióticos, así como la importancia que tiene la contaminación por estos últimos y por los genes de resistencia a estos en los ecosistemas naturales (no clínicos). Las infecciones por bacterias resistentes son difíciles de tratar y tienen efecto directo en el paciente que la sufre, e indirecto para pacientes en los que se deben prevenir estas alteraciones (en general, inmunodeprimidos por diversas causas). Por este motivo, es importante comprender la injerencia de la contaminación por antibióticos y genes de resistencia, no solo en los hábitats clínicos, sino en los ecosistemas ambientales. La contaminación se produce como consecuencia del vertido de residuos provenientes de actividades humanas (esencialmente ganadería, piscicultura y residuos hospitalarios) que tienen una concentración de antibióticos muy superior a la natural. En este contexto, se favorece el intercambio de genes de resistencia, tanto entre bacterias medioambientales como entre estas y las asociadas con la microbiota humana (tanto comensales como patógenas), incrementando, por tanto, la posibilidad de diseminación de la resistencia con el consiguiente problema para la salud humana. Por otro lado, la propia microbiota medioambiental y la biodiversidad puede verse alterada, ya que predominarán las bacterias más resistentes, y, en consecuencia, podrían alterarse determinados ciclos biológicos.