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Colombia es heredera de una rica cultura: la de indígenas precolombinos, la de negros africanos, y una de las más ricas culturas europeas, la de España. Poco conocen los colombianos que, además de los primitivos pueblos iberos, sobre España confluyeron los fenicios, griegos, romanos, visigodos y árabes; más de veinte siglos de confluencias culturales que fueron formando el ser hispano. Con Roma, la península ibérica aportó gobernantes del Imperio; con los visigodos, el cristianismo se afianzó como religión de Estado; con los árabes, la península irradió su influencia cultural sobre África y Europa al traducir el legado científico del Oriente milenario. Al tiempo que los reductos hispanos procuraban expulsar a los invasores árabes, guerra de Reconquista que duró casi ocho siglos, se fueron consolidando los perfiles regionales que se lanzaron luego a dominar el resto del mundo: muy temprano, entre los siglos XII y XV, los aragoneses gobernaron en el Mediterráneo; a comienzos del XV, el reino de Portugal se lanzó a conquistar el Atlántico y África; a fines del mismo siglo, la unión de Castilla, León y Aragón hizo lo propio a través del Atlántico y en la misma Europa. El proceso se ciñó a estrictas regulaciones, así como se transfirieron las instituciones hispanas a los antes desconocidos territorios de América. La unión de los monarcas Isabel y Fernando también sirvió para perpetuar el dominio hispano en el Mediterráneo y para imponer en Europa la hegemonía española.