Resumen
El presente artículo pretende compartir algunas reflexiones y observaciones de este último tiempo en Chile. Cuando como profesionales del área de las ciencias sociales nos detenemos en el debate de la idea o el concepto de “comunidad”, surge de inmediato un vértigo que se relaciona directamente con lo que vemos, comprendemos y deseamos de nuestra comunidad que, producto de los nuevos estilos de vida, ha mutado brutalmente a una “comunidad de consumidores”, como se le denomina en este artículo. En el día a día de la intervención directa con los otros ciudadanos es posible reconocer y dar cuenta de cómo “negociamos” derechos como si estos fueran un bien de consumo más, volviéndose un acto normalizado en nuestro diario convivir, perdiendo así nuestra condición de seres humanos, en un proceso que pareciera no tener retorno ni una mejor manera de establecer el contrato social que establecimos como ciudadanos de un mismo país, Chile, y de una misma Latinoamérica.