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En el contexto de la crisis del mundo contemporáneo, cuyas diversas aristas pasan por lo económico, lo ecológico y lo social, la educación es sometida nuevamente a evaluación, dado su carácter dinámico, ecléctico y potente. Pensar la educación, reiterada e inagotablemente, es tarea de la comunidad educativa ampliada, es decir, no solo de profesores e intelectuales que se dedican a repensar modelos y estrategias, sino también de todos los actores que intervienen de una u otra manera en los procesos educativos. De esta forma, el conjunto de la sociedad replantea sus propios intereses con respecto a los propósitos de formación para sus educandos, el modelo de sujeto-ciudadano que persigue, el tipo de metabolismo entre escuela, universidad, trabajo y progreso, entre otros elementos que constituyen un marco ampliado definitorio del rol de la educación en el contexto contemporáneo. Así, para indagar estas prácticas colaborativas enmarcadas en el concepto de responsabilidad en educación, se hace uso de una metodología de corte cualitativo, basada en la teoría fundamentada en el marco metódico axial y selectivo, orientada a la reflexión sobre las implicaciones sociales y contemporáneas de la responsabilidad en los contextos contemporáneos.