Resumen
La estructura agraria y las actividades de producción de leche en nuestro país tienen unas características que son el resultado de externalidades como la concentración en la propiedad rural, los problemas ambientales y sociales y la violencia, que conjuntamente afectan la productividad y los costos de explotación. Una alternativa frente a este panorama es la organización de los campesinos mediante cadenas productivas, para posteriormente y una vez consolidadas estas formas de organización, llegar a estructurar los eslabones que son propios de la agroindustria. Este artículo tiene como propósito, hacer un diagnóstico básico de la estructura agraria y de la cadena láctea, a partir de los entornos económico, social y ambiental que le caracterizan. Se concluye que la confianza, la asocitividad y el apoyo tanto del sector público como del privado se constituyen en elementos clave para que los pequeños productores puedan mejorar sus ingresos y en el mediano plazo logren mitigar los efectos de la pobreza y la exclusión social. La calidad de vida no solo depende de factores económicos, sino también de propiciar alrededor de las unidades campesinas, entornos sostenibles y perdurables en el tiempo