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La perspectiva de la movilidad en Colombia, y aun más el escenario en que se proyecta la ciudad de Bogotá D. C., se centra en la tendencia mundial encaminada a la movilidad sostenible. Los efectos de la tendencia al uso del transporte público masivo ha de marcar repercusiones en materia socioeconómica. En el campo social, el adecuado funcionamiento de la nueva era del transporte público (vista en el escenario futuro que plantea el Distrito con el SITP) requerirá un compromiso de cultura ciudadana; que si bien ha venido dando sus primeros pasos a lo largo de 9 años de vida de Transmilenio, le falta un amplio trecho por abarcar. Por su parte, los sistemas de información al usuario de un servicio de transporte público, sea masivo o colectivo, influirá en la calidad del sistema al reducir el tiempo dedicado a la programación del viaje o recorrido (especialmente si hay trasbordo) y la condición de comodidad del pasajero. Adicionalmente, la claridad en la información redundará en beneficios económicos asociados al sector turismo, especialmente en ciudades con gran volumen de visitantes como es el caso de Bogotá