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Este artículo busca realizar aportes para la consolidación de una postura ética y política de las y los Trabajadores Sociales en torno a las violencias contra las mujeres, niñas y niños. En este sentido, retomo aspectos referidos a la dimensión ética política de Trabajo Social, los aportes derivados del feminismo en tanto teoría y como movimiento, en términos de visibilizar y convertir la problemática de las violencias contra las mujeres, como un problema público y social. Luego presento la manera en que pienso, estos elementos aportan en el proceso de fundamentación de la relación de Trabajo Social con los Derechos Humanos y su sentido ético para la generación de procesos de cambios y transformaciones sociales hacía una sociedad más democrática y equitativa.