La bioeconomía controvierte la razón de perpetuidad con sostenibilidad en el uso de recursos, así como permite trazar las diferencias entre los términos sostenibilidad y sustentabilidad, lo que conduce a definir la distancia entre una comprensión del entorno fundada en el mercado y otra que lo asocia preferentemente a un medio de vida. Lo sostenible tiene foco en la explotación de los recursos
renovables, promueve el uso eficiente para una mejor calidad de vida de los seres humanos a través de la actividad económica con el uso de tecnologías limpias que mitigan los riesgos y mantienen los ecosistemas, así como con una resiliencia dada desde la planificación de la producción y el consumo; por su parte, la sustentabilidad está fundada en la resistencia como un enfoque que emerge desde el sur global, al destacar las desigualdades que cuestionan la sostenibilidad del modelo económico, reconocen el ambiente como medio de vida y no como medio de producción, en aras de un balance entre ambiente y economía que facilite la reestructuración y reactivación de las pequeñas economías, como, por ejemplo, las campesinas, a través de mecanismos de distribución que hagan que el sistema capitalista mejore las condiciones sociales de la población, en especial con el fin de garantizar el
acceso de poblaciones tradicionalmente excluidas del mercado, a fin de brindarles condiciones de vida dignas. Bajo esta mirada la gerencia del riesgo ocurre también a través del uso de la tecnología enfocadas en buscar la justicia intergeneracional.
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