Abstract
La rabia silvestre es una enfermedad letal ocasionada por un virus y es transmitida de los animales al hombre. Los murciélagos tienen un papel importante en la transmisión de esta enfermedad. Ante un brote de rabia originado por murciélagos hematófagos (los que se alimentan de sangre) se realiza el control a través de la reducción de las poblaciones; pero en muchos casos ocurren cacerías indiscriminadas por personas ajenas a los programas de vigilancia y control. Adicionalmente, no se conoce el efecto de los métodos de control sobre las poblaciones de murciélagos, lo cual representa una potencial amenaza para la conservación de estos animales, cuyo papel en el ambiente es fundamental, pues ofrecen servicios ecosistémicos muy importantes para la subsistencia de otros animales, incluido el hombre.