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La crisis ecológica, como una faceta de la crisis de civilización por la que transita la humanidad, no es una premonición, sino un hecho que se ha venido agudizando con los años; pero, ¿cómo llegamos a esta realidad? En este documento se discute y argumenta a favor de la idea de que la racionalidad social contra natura y los imaginarios de modernidad han dado el apoyo para el sacrificio de la naturaleza y el ser humano, lo que ha conformado una verdadera ideología de dominación que ha puesto en peligro la vida en general. ¿Existirá alguna alternativa?, al respecto, se intenta contribuir al debate teórico que sugiere como necesaria la construcción de otra racionalidad, que esté respaldada en una ética del reconocimiento y cuidado del otro, donde este otro incluya la naturaleza. Dicha racionalidad tendrá que surgir de un lugar diferente de donde emergió el problema, y se concluye que una opción plausible son los imaginarios ya existentes en algunas comunidades de carácter indígena o campesino, principalmente, pero también las periurbanas, que con su doble función preservadora y destructora pueden dar pie a la construcción de utopías posibles, como posible ha sido su existencia a lo largo de los años.