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A partir de este artículo, se pretende que el lector profundice, amplíe y comprenda la influencia que ejerce el individuo sobre su entorno; de igual manera, se quiere mostrar elementos de responsabilidad social frente al medio que lo rodea, que lo conducen a encontrar posibilidades que le permiten concebir formas de crear nuevas realidades a partir de las necesidades actuales; que atiendan su incertidumbre respecto a su interacción social, ambiental y cultural, y que logren generar armonía y equilibrio en los diferentes sistemas de convivencia en los que el hombre se encuentra inmerso a través de una correlación responsable, que debe ser percibida como asunto de participación, en la que se debe construir compromisos a niveles más altos como el profesional, el institucional, el comunitario y el social para generar un proceso de evolución en donde se evidencie una estrecha e indisoluble relación entre lo biopsicosocial con el hábitat. Existen diversas teorías que nos permiten abarcar situaciones complejas, como por ejemplo los sistemas ecológicos, el pensamiento complejo, los sistemas sociales, entre otros más, que nos llevan a reconocer el hábitat no solo desde una dimensión física, sino desde una postura interaccional que se ve afectada por el individuo, positiva o negativamente, de acuerdo con su comportamiento.