##article.abstract##
Las fronteras entre la poesía y la filosofía fueron abiertas desde la misma antigüedad; sin embargo, el esfuerzo de los filósofos racionalistas por cerrarlas jamás fructificó; por el contrario, la imaginación moderna tejió las diferencias y afinó un debate que hoy parece llegar lento pero estremecido a su final. Este texto trata de esa querella, de cómo se planteó históricamente y de cómo la verdad y el conocimiento encuentran sentido en la fusión creativa antes que en la exclusión lógica.