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El presente artículo corresponde a un análisis sobre la existencia del hombre actual inmerso en el capitalismo y su relación con el sufrimiento humano, modo de vida que él mismo ha ayudado a construir y mantener en procura de un hedonismo que le hace olvidarse como sujeto doliente. Dada su responsabilidad en el devenir de este sistema económico social, el planteamiento que aquí se expone, invita a repensar al hombre en la búsqueda aproximada por la verdad de sí mismo y de su ser-en-el-mundo al modo heideggeriano. Es así como este escrito procura dejar en claro cuál es el estatuto que en la actualidad ocupa el hombre en el mundo capitalista, espacio en el que se requiere responsabilizarse por sí mismo y por los otros. Para ello, se acude a la biografía de Vincent van Gogh como ejemplo de un hombre que decidió vivir de acuerdo con su pasión, en la sencillez y lejos de todo sistema capitalista; que se atrevió a mirar de frente el dolor y a encontrar en su sufrimiento y el de los otros una verdad. Un hombre que logró captar el realismo de la pobreza y de la bondad humana y que por ello pagó y resistió el precio de la diferencia, que por estar ajeno a todo capitalismo fue catalogado con el rótulo de la “locura” en cuya esencia se encubrió un gran saber.